Si tuviésemos que resumir en una frase la sesión de ayer podríamos hacerlo así ” Los expertos reclaman reformas estructurales para garantizar el futuro económico de los jóvenes”
España se enfrenta a una creciente brecha generacional que limita las oportunidades de los jóvenes. Algunas de las propuestas de reformas para garantizar la integración social y económica de la juventud que salieron a relucir fueron:
- Impulsar la Formación Profesional Dual y Universitaria, reforzando los vínculos entre centros educativos y empresas.
- Actualizar y reforzar los contenidos educativos con un mayor enfoque en competencias digitales, sostenibles y transversales.
- Mejorar la orientación profesional desde edades tempranas, adaptándola a las demandas del mercado.
- Crear incentivos fiscales al ahorro con fines como la emancipación o el emprendimiento, dirigidos exclusivamente a jóvenes con rentas bajas o medias-bajas.
- Reducir el déficit estructural para evitar trasladar cargas fiscales a las generaciones futuras.
- Reforzar las ayudas a la crianza y a las familias con menores recursos
- Aumentar la construcción de vivienda asequible en zonas de alta demanda mediante la liberalización de suelo disponible y una mayor colaboración público-privada, para corregir el desequilibrio estructural entre oferta y demanda que dificulta el acceso de los jóvenes al mercado.
- Ampliar las ayudas al alquiler para jóvenes con menor renta, evitando efectos regresivos mediante su focalización en hogares por debajo de la renta mediana y priorizando el uso y aumento del parque público disponible.
- Facilitar el acceso a la vivienda mediante instrumentos fiscales progresivos, incluyendo exenciones fiscales, deducciones estatales y esquemas de aval público, todos ellos dirigidos exclusivamente a jóvenes con menor capacidad de renta y ahorro.
- Reforzar el Sistema Nacional de Garantía Juvenil con mejor trazabilidad y coordinación entre administraciones.
- Impulsar un Pacto de Estado por el Empleo Joven que articule una estrategia común con participación de los agentes sociales.
- Establecer mecanismos de diálogo institucional intergeneracional que garanticen la voz de los jóvenes en la formulación de políticas públicas a medio y largo plazo.
- Aumentar la inversión en políticas transversales para jóvenes, abordando empleo, fiscalidad, vivienda, formación y sostenibilidad de forma integrada.
- Incluir a representantes juveniles en foros clave como el Pacto de Toledo para asegurar una visión más equitativa y sostenible del sistema de pensiones
Miguel Vázquez Taín y Ángel de la Fuente abrieron la sesión y presentaron a los ponentes: José Ignacio Conde-Ruiz, catedrático de Fundamentos de Análisis Económico de la Universidad Complutense de Madrid y subdirector de Fedea; Raquel Jurado, miembro del equipo técnico del Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF-CGE), y Mar Villares, secretaria técnica del Registro de Economistas Asesores Laborales (EAL-CGE).
Conde-Ruiz abrió la ronda de intervenciones señalando que, “los jóvenes en España afrontan una doble desventaja estructural: la pérdida del impulso demográfico que antes sostenía el crecimiento económico y una menor capacidad de influencia política debido al envejecimiento del electorado. Expone tres grandes brechas generacionales: en renta —desde 2008, la de los jóvenes ha caído un 10 %, mientras que la de los mayores de 65 años ha aumentado un 8 %—; en acceso a la vivienda —solo el 43 % de los hogares jóvenes accede hoy a la propiedad, frente a más del 70 % hace dos décadas—; y en la edad media de emancipación, que ya supera los 30 años. Ante esta realidad, propone un paquete de reformas para reequilibrar el contrato intergeneracional: pensiones sostenibles, reglas fiscales que prioricen a la juventud, políticas de vivienda y mayor representación política, bajando, por ejemplo, la edad de voto a los 16 años”.
A continuación, Raquel Jurado manifestó que, “los jóvenes en España cuentan con ingresos notablemente inferiores a la media. En 2023, un joven de entre 20 y 24 años percibió un 45 % menos que el salario medio nacional, según el INE. A pesar de ello, soportan una carga fiscal considerable, especialmente a través de cotizaciones sociales e impuestos indirectos como el IVA, que afectan con mayor intensidad a quienes destinan la mayor parte de su renta al consumo. Según Eurostat, los menores de 35 años son el colectivo que dedica un mayor porcentaje de sus ingresos al pago del IVA (7,7 %), y la OCDE estima que el coste fiscal total sobre el empleo asciende al 40,6 % para un trabajador soltero sin hijos. Esta situación genera una percepción creciente de desequilibrio intergeneracional, ya que los jóvenes asumen un esfuerzo fiscal elevado sin apenas medidas compensatorias.”.
Finalmente, Mar Villares comentó en su intervención que, “la combinación de una alta tasa de temporalidad del 60,5 % en los contratos de los menores de 30 años en 2024, unido a un salario medio de 1.558 € brutos mensuales, que es un 27 % inferior al salario medio nacional, y que el 46 % de los jóvenes cuenten con contratos a tiempo parcial de manera involuntaria; configura un entorno laboral precario que retrasa la emancipación”.
¿Cuáles considera que son los principales retos para los jóvenes en materia digital?
Según Conde-Ruiz, “los jóvenes enfrentan desafíos significativos en los ámbitos digital y sostenible. En lo digital, la revolución tecnológica ha generado nuevas oportunidades laborales —como el trabajo en plataformas—, pero también ha traído precariedad, desigualdad de acceso y el riesgo de automatización de tareas rutinarias. Existe además una brecha del 37 % entre las competencias digitales que exige el mercado y las que ofrece el sistema educativo, lo que exige reformar la formación desde etapas tempranas y fomentar el aprendizaje continuo.
¿La fiscalidad en España contribuye a aumentar la desigualdad intergeneracional?
En este sentido Jurado indica que, “sí, en parte la fiscalidad española refuerza la desigualdad intergeneracional. Aunque muchos jóvenes no tributan por IRPF debido a sus bajos ingresos, sí asumen una carga significativa en cotizaciones sociales e impuestos indirectos como el IVA, que afectan más a quienes destinan casi toda su renta al consumo. Este esfuerzo fiscal contrasta con el contexto que tuvieron generaciones anteriores, que accedieron a empleo más estable, salarios más altos y beneficios fiscales hoy eliminados, como la deducción por compra de vivienda. Además, buena parte del gasto público se orienta a financiar pensiones generosas, mientras los jóvenes cuentan con escasas ventajas fiscales y sin garantías de retorno futuro. Esto alimenta una creciente sensación de injusticia intergeneracional en la distribución de los recursos públicos”.
¿Cómo está afectando la temporalidad y la parcialidad en los contratos a la emancipación de los jóvenes en España?
Según Villares, “la elevada temporalidad y parcialidad laboral están dificultando seriamente la emancipación de los jóvenes en España. En 2024, el 60,5 % de los contratos firmados por menores de 30 años fueron temporales, y un 46 % trabajó a tiempo parcial de forma involuntaria, según el SEPE. A esto se suma un salario medio de 1.558 € brutos mensuales, un 27 % inferior al promedio nacional, lo que limita su capacidad de ahorro y acceso a vivienda.
Desde su experiencia, ¿cuáles cree que son los principales factores que están condicionando actualmente la situación económica de los jóvenes en España?
Para Conde-Ruiz, “uno de los factores estructurales más determinantes es que la economía española ya no crece impulsada por la demografía, como en décadas anteriores. El envejecimiento poblacional ha convertido el antiguo dividendo demográfico en un lastre, reduciendo el dinamismo económico. En este nuevo contexto, la única variable con potencial sostenido de crecimiento es la productividad por hora trabajada, ya que ni el empleo ni las horas pueden aumentar indefinidamente.
Para Jurado, “la difícil situación económica que atraviesan los jóvenes en España no se debe, como causa principal, a factores fiscales, sino a una combinación de otro tipo de causas: la precariedad laboral, los salarios bajos, el encarecimiento de la vivienda, etc. Todo ello limita su autonomía económica y retrasa hitos vitales como la emancipación o el ahorro a largo plazo.
Según Villares, “la situación económica de los jóvenes en España está marcada por cinco factores estructurales en materia laboral:, una tasa de desempleo juvenil aún elevada; la precariedad laboral, con alta temporalidad, parcialidad involuntaria y escasa estabilidad; una brecha salarial generacional que dificulta el acceso a vivienda e independencia; el desajuste entre la formación y el mercado, agravado por un sistema productivo dominado por microempresas con bajo nivel de innovación;y el débil peso industrial en el PIB, que restringe empleos técnicos de calidad y expone al empleo juvenil a una economía centrada en servicios inestables. Estos elementos se interrelacionan, generando un círculo vicioso que frena el desarrollo económico de la juventud”.
- FOTO (de izda. a dcha.): José Ignacio Conde-Ruiz, Ángel de la Fuente, Miguel Vázquez Taín, Raquel Jurado, Mar Villares.
