En el marco del último informe ¨Observatorio financiero y claves económicas¨, correspondiente al 3er cuatrimestre del 2023 presentado por el Consejo General de Economistas (CGE), se proyecta un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de España para el año 2024 del 1,6%. Tras un año 2023 caracterizado por un crecimiento del 2,5%, este positivo pronóstico es auspiciado por el fuerte desempeño del último trimestre del año anterior, que generó una inercia y tracción positivas para el comienzo del nuevo año.
Sin embargo, la incertidumbre geopolítica generada por los conflictos en Ucrania y Oriente Próximo representa un factor a considerar, ya que podría generar tensiones en el comercio y mantener la inflación en niveles no moderados. Las previsiones apuntan a una moderación del Índice de Precios al Consumo (IPC) medio al 3,2% en 2024, aunque este pronóstico podría quedarse corto si persisten o se agravan ciertos conflictos que afectan al precio de fletes de energía y materias primas.
A nivel interno, se identifican riesgos relacionados con el incremento de precios y costes empresariales, la falta de despegue en la productividad y la persistente sequía, especialmente en algunas zonas del país, que impacta principalmente en el sector agrícola y turístico.
En términos laborales, se prevé una disminución de la tasa de desempleo al 11,7% este año. Sin embargo, en el ámbito fiscal, las proyecciones son más pesimistas que las del Gobierno, ya que no se espera una moderación del déficit público al 3%, sino que se estima que podría alcanzar el 3,4% debido a un menor crecimiento económico en comparación con el año anterior.
En este contexto, se hace un llamamiento a prestar atención a los datos sobre costes laborales y productividad para anticipar posibles tensiones futuras. Es fundamental considerar el entorno geopolítico y tomar decisiones estratégicas que permitan mantener un crecimiento sostenido y equilibrado en la economía española.